Este artículo presenta y evalúa las principales contribuciones de algunos de los estudios sobre etnicidad y relaciones étnicas en unas últimas décadas marcadas, frente a los pronósticos de diversas variantes de la teoría sociológica contemporánea, por una notable intensificación de los conflictos sociales articulados sobre lealtades y divisorias étnicas. Se exponen los avances y se identifican algunas de las lagunas y abusos que han presidido el debate entre las visiones primordialistas y constructivistas de la etnicidad. Frente a los reduccionismos del primordialismo cultural y, también, de ciertas versiones encasilladas en la teoría constructivista, como los enfoques instrumentalistas radicales de la identidad étnica, se incide en la necesidad de considerar a la etnicidad como un fenómeno dual: como una combinación en muchos aspectos única entre interés y adhesión primaria o afectiva, lo que dota a las asociaciones étnicas de una notable superioridad frente a otras formas de asociación colectiva como núcleo de movilización social.